La cirugía maxilofacial permite corrigir ciertas deformidades del esqueleto facial que producen problemas funcionales y estéticos. Pero veamos un poco más a fondo sobre qué es la cirugía maxilofacial, en qué consiste y cuándo la puedes necesitar.
Qué es la cirugía maxilofacial
Como ya te hemos indicado, es aquella cuyo objetivo, en general, es solucionar ciertas anomalías en la forma de los huesos faciales que provocan la posición incorrecta de las piezas dentales, con el consiguiente contacto incorrecto entre los dientes (también denominado «maloclusión») y la malformación estética facial.
Este tipo de malformaciones faciales suele aparecer en la época de crecimiento de la persona afectada y se estabiliza ya en la edad adulta. La anomalía afecta a uno o varios huesos de la cara: maxilar, pómulos, mentón, nariz, etc. Se estima que alrededor del 25 % de la población la padece.
En qué consiste la cirugía maxilofacial
Para la realización de este tipo de cirugías maxilares, se suelen seguir ciertos pasos:
- El ortodoncista y el cirujano realizan un estudio profundo para emitir el correspondiente diagnóstico. Para ello, se llevan a cabo un análisis de la zona facial, diferentes radiografías, imágenes tridimensionales, ortopantomografías, TAC en 3D y examen de los distintos modelos y tejidos blandos, entre otras pruebas.
- Realización de la ortodoncia para rectificar la colocación inadecuada de los dientes o las muelas. Se efectúa antes de la operación propiamente dicha.
- Esta fase es la operación quirúrgica. En ella, se procede a la corrección de la deformidad ósea.
- Esta es la última fase. Se trata del postoperatorio. En ella, se deben seguir las indicaciones de los facultativos. Su duración dependerá del paciente y de las características de la misma operación. Suelen recomendarse aplicar frío, dormir con la cabeza elevada, etc.
¿Cuándo es necesaria la cirugía maxilofacial?
Puede requerirse este tipo de cirugía si se necesitan:
- Extracciones complicadas.
- Injertos óseos dentales.
- Implantes dentales.
- Otros tratamientos.
¿Qué tipos de trastornos o enfermedades corrige la cirugía maxilofacial?
Con ella, se pueden paliar muchas patologías relacionadas con la estructura anatómica del cuello, la cara, la mandíbula, los dientes, la cavidad oral, los maxilares, los problemas oncológicos, etc.
Respecto a la mala posición dental, en muchas ocasiones, no es suficiente con la ortodoncia y se debe acudir a la cirugía. Tanto la «maloclusión» como la descompensación de la mandíbula (que se produce en los casos en los que la mandíbula superior o inferior es excesivamente grande o pequeña respecto a la otra, lo que genera un notable desequilibrio facial) pueden requerir esta cirugía.
La cirugía maxilofacial corrige, en concreto:
- Asimetrías faciales.
- Protusión maxilar.
- Protusiones mandibulares.
- Rostros excesivamente largos.
- Deformidades malares.
- Fosas piriformes.
- Retrognatia.
- Prognatismo.
- Mordida abierta.
- Barbillas o mandíbulas desviadas.
- Excesiva exposición de las encías en la sonrisa o sonrisa gingival.
En algunos casos, es necesario combinar a las cirugías maxilofacial y estética, con el objetivo de aplicar algunos retoques estéticos y conseguir resultados óptimos.
Durante la primera semana después de un cirugía de estas características, se debe seguir una dieta liquida a base de purés. A partir de la segunda semana, se pueden ingerir alimentos blandos. Según se evolucione, podremos ir comiendo alimentos más sólidos, pero hasta los 2 meses no es aconsejable tener una dieta normal.