Todo los procesos y partes de nuestro organismo son necesarios. Aunque pueda no parecerlo, mediante por ejemplo, varios fluidos de nuestro cuerpo, eliminamos los microorganismos patógenos y toxinas, o también se protegen las mucosas y se colabora con el sistema inmune. Un ejemplo de todo ello es la saliva.
Desde Clínica Dental Barcelona, os explicamos cómo está compuesta la saliva, sus funciones y beneficios, qué problemas puede sufrir y cómo puede afectar a nuestra salud bucodental y cómo podemos actuar para mantenerla de forma correcta.
¿Qué es la saliva, cómo está compuesta y cómo se produce?
La saliva es un fluido corporal incoloro, inodoro e insípido segregado por las glándulas salivales (submandibular, parótida, sublingual y salivares menores). Está compuesta en un 99% de agua, mientras que el 1% restante está constituido por moléculas orgánicas e inorgánicas, entre las que se hallan los electrolitos y las proteínas.
Al día podemos salivar entre 500 ml y 1L de saliva. Esta producción está controlada por el sistema nervioso autónomo y presenta momentos de mayor y menor cantidad. El volumen de saliva aumenta antes, durante y tras las comidas, si bien el pico máximo se sitúa sobre las 12h del mediodía y desciende en la noche.
¿Cuáles son las propiedades, funciones y beneficios de la saliva?
La saliva es una fuente de proteínas con un gran potencial antimicrobiano, evitando que las bacterias se adhieran a la superficie de los dientes y se inicien procesos de caries o periodontitis.
Al mantener el pH también neutraliza la acidez y evita posibles erosiones del esmalte. Asimismo, cuenta con propiedades limpiadoras y remineralizantes, ya que aporta calcio y flúor a los dientes, produciendo que el esmalte se fortalezca y quede cuidado.
Finalmente, por su alta composición en agua, elimina los azúcares, lubrica, hidrata y protege las mucosas, participa en la deglución y promueve la cicatrización.
¿Qué problemas de salivación podemos sufrir y cómo puede afectar esto a nuestra salud bucodental?
A pesar de que la saliva es necesaria y generalmente se mantiene en unas cantidades estables, podemos presentar patologías que pueden influir en ella, las principales son la xialostomía y la sialorrea.
La xialostomía o hiposalivación se produce cuando no se segrega la suficiente saliva y es conocida como “Síndrome de la boca seca”. Afecta a un 20% de las personas y más allá de la sensación de sed constante, también se manifiesta sensación de boca pastosa, alteración de los sabores, úlceras y dificultad para masticar. Es común en personas mayores y en personas con una dieta pobre, con consumo de fármacos como los antidepresivos, de alcohol o tabaco y personas que utilizan mucho la voz.
Por el contrario, la sialorrea (hipersalivación) es una producción excesiva de saliva, que puede ser causada por el embarazo, aparición de dientes, intoxicaciones alimenticias o diversas enfermedades.
¿Cómo debemos actuar para mantener nuestros niveles de saliva adecuados y una boca sana?
En primer lugar, cabe destacar que el nivel de salivación por la noche desciende en gran medida, por lo que una correcta higiene nocturna es muy importante para evitar acumulación de placa.
Asimismo, mantenernos hidratados favorecerá que nuestras mucosas estén protegidas.
Si queréis saber más acerca de cómo cuidar vuestra salud bucodental, os invitamos a seguir los artículos de nuestro blog, conocer nuestros servicios o poneros en contacto con nosotros sin compromiso.