Salud mental y salud bucodental

Salud mental y salud bucodental

La salud de nuestra cavidad bucal y de nuestros dientes depende de múltiples factores, como la dieta que llevamos a cabo, nuestros malos hábitos, como el tabaquismo, o la higiene. Sin embargo, esta está condicionada también por otro aspecto en general desconocido, nuestra salud mental. Con motivo del Día de la Salud mental, que se celebra cada día 10 de octubre, desde Clínica Dental Barcelona, os explicamos qué relación existe entre salud mental y salud bucodental y cómo podemos actuar al respecto.

¿Qué relación existe entre salud mental y salud bucodental?

Como hemos comentado, la salud bucodental puede verse afectada por nuestros hábitos y actuaciones del día a día, pero también como consecuencia de otros procesos de nuestro organismo, o síntomas de otras patologías, como las enfermedades mentales.

En este aspecto, por lo tanto, las enfermedades mentales pueden producir cambios en nuestro comportamiento o hábitos que tengan repercusión en nuestra boca, o producir una sintomatología que incluya efectos a la cavidad bucal.

¿Qué problemas de salud mental pueden afectar a la salud bucodental?

A continuación pasamos a detallar algunas enfermedades o problemas de salud mental que pueden tener consecuencia en la salud de nuestra boca y dientes:

Depresión

Varios estudios, como el publicado en 2019 en Nature Communications[1], valoran una relación genética entre los síntomas de la depresión y la salud de la boca. Además de una reducción de la salivación de origen sintomático o a causa del consumo de algunos fármacos, la cual es una barrera protectora contra la proliferación de bacterias que causan caries y/o periodontitis, la depresión también influye en los hábitos de las personas que la padecen.

Las personas con depresión sufren debilitamiento, pérdida de interés y de energía, lo que les lleva a descuidar aspectos básicos de su día a día. Uno de ellos es la higiene, incluida la bucal, pero también la alimentación (contando con déficits de ciertas vitaminas o con exceso, por ejemplo de azúcares).

Todo esto puede llegar a comportar una pérdida de piezas dentales, que a su vez podrá afectar al individuo emocionalmente, provocándole problemas de autoestima o funcionalidad.

Ansiedad

La ansiedad es un trastorno muy común actualmente debido al ritmo de vida acelerado y exigente que seguimos. Las personas que padecen ansiedad están en un estado de hipervigilancia constante, que les lleva a mantener el Sistema Nervioso excitado todo el tiempo. Este “nerviosismo” puede intentar resolverse, por parte de la persona afectada mediante hábitos perjudiciales como el tabaquismo, o producir efectos como el bruxismo, el apretar y hacer rechinar los dientes.

Esquizofrenia y Trastorno bipolar

La esquizofrenia y el trastorno bipolar son dos trastornos con graves consecuencias. La esquizofrenia puede producir alucinaciones, pensamientos y movimientos desorganizados e insatisfacción, entre otros síntomas. Los temblores que pueden presentarse en estos casos pueden provocar un mal cepillado. Además, en la esquizofrenia también puede apreciarse sequedad bucal (que también puede deberse a los fármacos antipsicóticos).

En lo referente al trastorno bipolar, las personas que lo padecen presentan fases alternas de estado maníaco (hiperactividad, desinhibición) y estado depresivo, por lo que podemos ver tanto episodios de bruxismo como de desidia en el cuidado bucal.

Demencia

En los casos de enfermedades neurodegenerativas, en que se producen alteraciones del funcionamiento cognitivo y la memoria, también se aprecia menos control sobre la salud bucodental.

En todos estos casos es importante detectar la fuente activa que produce los problemas de salud bucodental. Si deseáis saber más acerca de cómo cuidar vuestra boca, os recomendamos seguir los artículos de nuestro blog y consultar nuestros servicios. Además, os invitamos a poneros en contacto con nosotros sin compromiso.


[1] “Association between oral health and general health indicators in older adults” (2019) Nature Communications. Recuperado de:  https://www.nature.com/articles/s41598-018-26789-4