¿Valen los mismos tratamientos blanqueadores para todas las personas?

En función del caso de cada paciente se requerirá emplear unas técnicas u otras para conseguir resultados satisfactorios.

Por desgracia, cada vez es más habitual encontrarnos con ofertas del tipo: blanqueamientos dentales 2 por 1. Estas ofertas vienen de clínicas que venden una técnica concreta, sin tener en cuenta las necesidades que pueda tener el paciente. Para que el tratamiento tenga éxito, y ofrecer más posibilidades al paciente, hay que valorar cada caso concreto, por no mencionar la importancia que tiene la formación y experiencia del profesional.

¿Pueden conllevar riesgos los «tratamientos blanqueadores exprés» que se realizan en los centros de estética?

Cada vez es más habitual que algunos establecimientos de estética realicen servicios de blanqueamiento dental rápidos y baratos. Son tratamientos que, por lo general, duran unos pocos minutos y se realizan en dos o tres sesiones. La mayoría de estos centros no cuentan con la supervisión de un profesional en odontología y plantean el tratamiento basándose únicamente en la estética, banalizando los cuidados dentales.

Ten cuidado con este tipo de ofertas porque pueden ocasionarte lesiones irreversibles en dientes y encías.

¿En qué se diferencian estos tratamientos blanqueadores exprés de los que se realizan bajo la supervisión de un profesional en odontología?

Para empezar, en que los tratamientos que ofrecen estos centros estéticos sólo están contraindicados en menores, embarazadas y personas bajo tratamiento médico con tetraciclina (que ocasiona manchas en los dientes), cuando existen otros factores importantísimos que un profesional en odontología sí que tiene en cuenta a la hora de realizar un tratamiento blanqueador (si el paciente tiene caries, lesiones por desgaste o abrasión, hipersensibilidad…), pues no todo el mundo puede someterse a un tratamiento de este tipo.

Por otro lado, los productos que se utilizan en los blanqueamientos pueden provocar alteraciones en el esmalte y, en consecuencia, desgaste prematuro, fragilización de los dientes, irritación, etc., por lo que es indispensable la supervisión de un profesional.

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